Es fácil ver lo malo de la vida, especialmente en una época donde la mayoría de las voces son críticas y destructivas. Pero todo lo que nos rodea tiene un significado escondido. Esta es la belleza de la vida: ser curiosos con nuestro entorno.
El ruido también es bello, pero su belleza se oculta bajo una gruesa tela que nos impide ver con claridad. Por eso, la paciencia es tan valiosa, escuchar es tan preciado y preguntar tan necesario.
Si no logramos ver lo bello de la vida, el problema no está en nuestro entorno sino en nosotros mismos. Debemos pararnos un momento a contemplar y abrazar la curiosidad para descubrir el significado escondido de todo lo que nos rodea.
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